“Yo, robot” acoge una recopilación de relatos cortos que fueron escritos por el novelista, divulgador científico y bioquímico estadounidense Isaac Asimov. Publicados originalmente en Estados Unidos de forma independiente para diferentes revistas pulp de ciencia ficción entre los años 1940 y 1950, fueron editados conjuntamente en 1950 por la editorial Gnome Press bajo el título original de “I, robot”. Traducido al español por Manuel Bosch Barret, forma parte del catálogo de la editorial Edhasa desde 1975.
Isaac Asimov es uno de grandes autores de ciencia ficción que nos ha dejado el siglo XX. Creador de un universo de ficción en el que la “Serie de los robots” y el “Ciclo de la Fundación” acaban fusionándose, ha escrito además obras de divulgación científica e histórica (“Los Egipcios”, “Los Griegos”, “Constantinopla” o “La formación de los Estados Unidos” son algunos de sus títulos), y la temática de sus novelas ha sido adaptada para el cine en un sinfín de ocasiones. El asteroide 5020 y un cráter formado por el impacto de un meteorito en la superficie de Marte llevan su nombre.
“Yo, robot” contiene una serie de historias de robots en las que, por vez primera, se enuncian las tres Leyes de la Robótica. Una encadenación de relatos independientes, con algunos personajes en común, en los que a través de un hilo conductor protagonizado por la robopsicóloga Susan Calvin, viajaremos a través de la historia desde los primeros robots con incapacidad para hablar, hasta los modelos más sofisticados dotados de cerebros positrónicos, reflejo de la inmutabilidad de las Leyes de la Robótica frente al vertiginoso desarrollo de la ciencia que permitió su evolución.
Seremos testigos de la especialización de los robots, de los conflictos derivados de su competencia laboral con los seres humanos, o de los movimientos fundamentalistas contrarios a la presencia de robots en las tierras habitadas. En cada una de las historias, alguna de las leyes de la robótica entra en conflicto con las otras dos y se plantea un dilema que pondrá a prueba la capacidad de resolución de problemas de sus perspicaces protagonistas.
Desde los cimientos de una sociedad de postguerra en la que las naciones dejaron de existir hasta la estabilización económica posibilitada por la implicación activa de los robots en la política mundial; desde los robots no parlantes hasta las “Máquinas”. En esta historia presenciaremos la materialización de los viajes interestelares y el esbozo de un Imperio Galáctico que dotó a la humanidad de la posibilidad de traspasar las fronteras del Sistema Solar con el asentamiento de colonias humanas en planetas de estrellas cercanas.
Una interesante reflexión acerca de la razón y la verdad, llena de conflictos éticos, en la que la inteligencia humana se enfrenta a la inteligencia artificial, y las matemáticas y la psicología están imbuidas en la estructura de la mente del robot. Una visión positivista del servicio de los robots a la humanidad, cuyo principal valor es la protección de la vida de sus hacedores y la imposibilidad de causarles daño, ya sea físico o emocional.
“Yo, robot” es una novela con un estilo directo y depurado, donde los diálogos adquieren protagonismo. Se aprecia una importante evolución desde los primeros relatos hasta los últimos, adquiriendo la escritura complejidad de forma paralela a la evolución de los robots. Un libro introductorio que abre las puertas a un mundo que sin duda será fascinante descubrir.
“Me gustan los robots. Me gustan mucho más que los seres humanos. Si fuese posible crear un robot capaz de ser funcionario civil, creo que haríamos un gran bien, ya que las Leyes de la Robótica le impedirían dañar a un ser humano, lo incapacitarían para la tiranía, la corrupción, la estupidez, el prejuicio. Y una vez que hubiese servido durante un período prudencial, dimitiría, aunque fuese inmortal, porque sería incapaz de perjudicar a los seres humanos haciéndoles saber que habían sido gobernados por un robot. Sería el ideal”.
Puntuación 3,5 / 5